Al rico yogur

11 de febrero de 2019

<p>Los <strong>yogures</strong> son uno de los productos más consumidos en España. Lejos queda ya su uso “medicinal”: hace mucho tiempo que dejaron las farmacias y reinan en los supermercados y tiendas de alimentación. Los <strong>tarros de cristal</strong> originales fueron reemplazados por los envases de plástico

Los yogures son uno de los productos más consumidos en España. Lejos queda ya su uso “medicinal”: hace mucho tiempo que dejaron las farmacias y reinan en los supermercados y tiendas de alimentación. Los tarros de cristal originales fueron reemplazados por los envases de plástico, quedando relegado el cristal a los yogures enriquecidos, normalmente de precio superior.
Uno de los cambios de mayor impacto fue el paso al envase redondeado que dio Danone hace pocos años; posteriormente, lanzó nuevas variedades con una imagen de marca que evocaba su historia y, recientemente, ha iniciado una campaña coincidiendo con el centenario de su fundación en la que habla del amor de los padres hacia los hijos (Danone era el apodo de Daniel, el hijo de Isaac Carasso, que fue quien comenzó a elaborar el yogur en un taller de Barcelona).
Destaca también la aparición del doypack, sobre todo para el canal Horeca, porque de momento no cuenta con gran aceptación entre el gran público. Un ejemplo es Danone Pro, en un envase flexible tipo doypack con una apertura modulable y precisa.

La irrupción de marcas menos conocidas y de las marcas blancas como Hacendado de Mercadona, que se impuso con claridad en el mercado, supuso un revulsivo para las firmas tradicionales. Nos referimos a La Fageda, Pastoret, Ametller Original, Granja Comas, Armengol, La Torre (con un packaging diseñado por Puigdemont Roca)… con un branding totalmente diferente, sabores inéditos, producciones propias y una imagen innovadora.
En el caso de los yogures de Ametller Origen, Little Buddha creó una identidad que transmite la relación real y cercana de la familia Ametller con la tierra y su compromiso para ofrecer los productos más naturales, desde su control de la producción, con un design grid que permite identificar la marca y asegurar una fuerte consistencia grafica, a la vez que se diferencia cada categoría y cada producto.
Otro ejemplo, Pastoret, con un packaging diseñado por Lateral Branding. En los yogures de 125 g., se abandonó el plástico para utilizar una tarrina de cartón encerado, con una decoración personalizada de cada sabor a través de ilustraciones. Para los Caprichos de Yogur, se eligió un tarro en vidrio, que permite ver las diferentes capas de producto, con un librito sujeto alrededor del pequeño tarro con un cordel.

Tradicionalmente, el vaso de vidrio se había asociado con los postres más «premium» y sobre todo con La Lechera, marca de Nestlé, que, cuando lanzó sus yogures con mermelada, renovó su packaging pero conservando el envase de vidrio que le caracteriza (¿quién no recuerda los anuncios en los que se oía el ruido de la cucharilla contra el vaso vacío?).
Finalmente, capítulo aparte merecen los yogures líquidos, cuyo auge se enmarca en la tendencia creciente de consumo de productos on-the-go, en botellas de plástico con sleeve de diseño integral.
#maicapackaging

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