Una pantera se esconde, grabada en la profundidad de un bloque de vidrio. Una presencia felina de tonos animales para un frasco inédito, tallado desde el interior. Una figura totémica, una cabeza esculpida trazo a trazo en ángulos rectos, mandíbula cuadrada, ojos biselados.
Naranja, con reflejos dorados, a semejanza de una inesperada gardenia animal, ardiente de notas chipre. Una esencia felina floral plasmada en paredes de vidrio en bruto de geometría perfecta, que mitifican a la pantera, su suntuosa y sensual femineidad.
Un frasco coronado por un tocado de metal a presión que volatiliza el perfume.
Un Eau de Parfum surgido de una flor fresca, una gardenia. Un acorde floral, pero a la vez felino, encierra la ambigüedad cautivadora del perfume La Panthère, iluminado por la presencia de una flor viva, cubierta de notas aterciopeladas y de chipre. El secreto está en la delicada sorpresa de un acorde de tres notas: chipre, flor y almizcle.
