Foto: Lata Skol, primera lata de bebidas en España (1966), y lata Naranjito.
En 2020 el consumo de latas de bebidas en España aumentó un 4,6 % en volumen, impulsado principalmente por el mayor consumo domiciliario de cerveza, un dato que cobra sentido si tenemos en cuenta cómo ha modificado las tendencias tradicionales de compra y consumo la pandemia Covid-19. La reducida afluencia de visitantes y las restricciones impuestas a la actividad del sector hostelero han repercutido enormemente en el comportamiento de los canales de venta de las latas de bebidas trasladando parte del consumo al hogar.
El Informe Socioeconómico del Sector de la Cerveza 2020 elaborado por Cerveceros de España, asegura que por primera vez en la historia, el consumo de cerveza en el hogar (56 %) superó al consumo no domiciliario (44 %),
Según los estudios encargados por la Asociación de Latas de Bebidas a IRI, en el canal de alimentación moderna la venta de cerveza en lata aumentó un 17,2 %, siendo los hiper (con un +15,7 %) y los supermercados de entre 2.500 y 1.000m2, (con un +21,6 %) los que más aumentaron sus ventas. Por otro lado, la venta de refrescos en lata en dicho canal creció un 3,7 %, principalmente en los hiper (+8,1 %) y en los supermercados de entre 2.500 y 1.000m2 (+ 6,2%).
Estudio de opinión
Metal Packaging Europe (asociación que agrupa a los productores europeos de envases metálicos: latas de bebidas, de alimentación, aerosoles, tapas, cierres y otros productos de consumo) encargó a Ipsos un estudio de opinión en 7 países europeos para conocer la percepción de lata de bebidas por parte del consumidor. A finales de 2020 se realizaron 1.000 encuestas telefónicas en España, a personas de entre 18 y 65 años.
Los resultados no dejan lugar a duda: 6 de cada 10 encuestados manifestaron consumir latas de bebidas al menos una vez a la semana e incluso un 11 % lo hacen a diario (doblando la media europea). Curiosamente el consumo de latas de bebidas es mayor en la franja de edad de 25-65 años que entre los de 18-25 años.
Otro hallazgo del estudio realizado por Ipsos es que, tras su consumo en el hogar, el 83 % de los españoles manifiesta separar las latas de bebidas para su reciclado en el contenedor amarillo. En menos de 60 días ese aluminio vuelve a las manos del consumidor en forma de nueva lata o de otros objetos, un ejemplo de economía circular. Un 61 % de los españoles considera que la lata es fácil de reciclar, no obstante, cuando se preguntó qué medidas serían más efectivas para aumentar el reciclado cuando se consume fuera del hogar, la más mencionada fue, con un 86 % de los encuestados, disponer más contenedores para su reciclado. Otro dato interesante, es que el 59 % de los encuestados resaltan que de la lata se pueda reciclar todo. La hoja de ruta de Metal Packaging Europe se dirige al 100 % de reciclado de latas de bebidas de aluminio en 2030.