Garrofé ha diseñado el packaging y el visual de la campaña de comunicación de la nueva línea Skin·lux de Júlia, una colección de sérums pensada para ofrecer un tratamiento específico y personalizado para distintos tipos de piel.
El packaging en plata aporta al producto una imagen tech y sólida, con el fin de transmitir la sensación de innovación y avance desde el inicio. Además, se añadió un dropper como método de aplicación con un color distinto para cada elixir que identifica cada beneficio de producto a simple vista.
Todas las piezas, tanto de comunicación como de packaging, se han trabajado bajo el mismo eje para dotar a la nueva línea de la máxima coherencia en cuanto a sus valores y la relación producto-beneficio.