Parafraseando la famosa expresión de Marshall McLuhan, “el medio es el contenido” en este espectacular embalaje. La relación simbiótica entre el medio y el mensaje (que el gurú de los medios predicaba), aquí se traduce en el acoplamiento excéntrico del paquete y el producto. Un juego de espejos a ojos del consumidor.
La paradoja de una piedra dulce, comestible e, incluso, apetecible; la belleza de un fruto abierto, con su pulpa sorprendentemente realista; falsas cerezas que incluso engañan a los pájaros que vienen a picotearlas, y sabrosas formaciones en forma de roca: todo preparado para el consumidor con un diseño súper realista. 1er Premio en Dieline Award y 2º en European Design Awards.
