La marca es originaria de 1894; el diseño ha respetado los recursos gráficos y de impresión de su época, pero actualizados para dar la distinción necesaria a la longaniza ecológica Bofill.
El uso de una tipografía elegante con características stencil otorgan la sofisticación y los acabados de stamping dorados la destacan por encima de los otros elementos.
En el packaging, los colores de tonalidades naturales combinados con espacios blancos ayudan a transmitir pureza y naturalidad. Algunos elementos originarios, como la ilustración de la fábrica, se han actualizado y potenciado para que adquieran más protagonismo en el diseño y ayuden a transmitir los valores actuales de la marca.