Bodegas Salado quiere poner en valor la singularidad de una variedad autóctona del Aljarafe sevillano: La Garrido Fino. Una bodega con más de 2 siglos de historia muy vinculada al desarrollo de la doma y con una yeguada propia. TSMGO ha creado el packaging del vino blanco Finca Las Yeguas.
Una silueta de caballo, que sirve como contenedor visual del paisaje, personas, estilos de vida, recuerdos, sensaciones y además con un patrón que es reconocible del espumoso Reserva Familiar que es el más premium de la bodega. La textura natural, el golpe y las sensaciones de los materiales nos transportan a la naturalidad y manualidad del trabajo y al detalle con el que doman las fincas. Este proyecto también debe servir para sintetizar el proyecto enoturístico que tienen en mente que se apalanca sobre el pilar de la variedad autóctona.
En cuanto a la solución gráfica, pocos elementos pero muy reconocibles que juegan, gracias a una composición minimalista, a que el resultado final sea muy memorable. La pureza de formas y la silueta del caballo ayudan a que sea muy distinguible cuando se sitúa en un lineal junto a otros vinos. Una tipografía que resume, a modo de hierro de yeguada, la clara inspiración de este vino, clásico-moderno, distinto-reconocible.
TSMGO utilizó materiales con textura algodonada para transportar al consumidor al mimo con el que se doma la Garrido Fino. Los golpes y las contraformas dan volumen a la etiqueta haciéndola atractiva para querer tocarla y descubrir todos sus detalles.