«Falta todavía una cultura sólida que respete y proteja la profesión»
«Dar a conocer marcas talla S y posicionarlas de manera efectiva, superando las barreras que afrontan frente a las grandes marcas» es la misión de Delma, el estudio de la diseñadora Delma A. Arias de Saavedra, que basa su filosofía en la honestidad y la adaptación al proyecto de cada cliente.
¿Qué le llevó a ser diseñadora?
La casualidad —o quizá la causalidad— ha sido mi brújula. De niña me fascinaban los anuncios de la tele y pasaba horas ojeando con atención cualquier pieza impresa que cayera en mis manos: desde el suplemento El País Semanal hasta los folletos del súpermercado. Más adelante estudié fotografía artística y luego vídeo; ambas disciplinas me enseñaron a encuadrar historias y a entender la luz. Cuando se presentó la oportunidad de cursar el grado de Diseño, simplemente la tomé.
Desde entonces no he dejado de formarme para comprender de dónde nacen las marcas: programas como Branding Pro, Masterbrand y Master Expert en Identidad Visual me han ayudado a profundizar en estrategia y expresión de marca y estoy convencida de que nunca dejaré de aprender. Todo ese recorrido alimenta un proceso continuo de exploración para descubrir qué tipo de diseñadora quiero ser y qué puedo aportar a cada proyecto.
¿Quiénes son sus referentes?
Chema Madoz, por su capacidad de convertir lo cotidiano en poesía visual.
Javier Jaén, porque su humor inteligente demuestra que la idea es la reina.
Pati Núñez, maestra del equilibrio entre elegancia y funcionalidad.
Talento local que admiro mucho: Cabello × Mure y Superfluido, estudios de mi tierra que muestran hasta dónde puede llegar el diseño andaluz.
Trabajar desde Jaén, ¿supone un hándicap?
Desde la pandemia trabajo 100 % online, así que Jaén es simplemente mi base física: gracias a las videoconferencias colaboro sin problema con marcas de cualquier parte del mundo. Disfruto el trabajo remoto, pero si el proyecto nace en Jaén me acerco encantada; esa cercanía siempre suma.
¿Cuándo es necesario realizar una consultoría de marca?
Sencillo: cuando no hay nadie dedicándose a la marca a diario, es el momento de hacerla. No es la primera —ni será la última— vez que un cliente llega pidiendo “un packaging nuevo” y el proyecto acaba girando porque le aconsejo revisar algunos detalles de su identidad; en ocasiones hemos tenido incluso que replantear el naming porque no cuadraba con el resto de la propuesta. Una marca hay que cuidarla y mimarla; debe estar clarísima en todos los puntos de contacto con el consumidor.
¿Qué es lo más importante a la hora de diseñar el packaging de un producto?
Lo esencial es entender a fondo el proyecto: de dónde nace, qué es y qué aspira a ser. Solo respetando esa esencia puedo traducirla a una imagen que acabe convirtiéndose en el estandarte y símbolo del negocio.
Recientemente, ha conseguido un premio Arcapack por La Oveja. Háblenos de este proyecto.
La Oveja es el resultado de un proceso de 7-8 meses en el que cada pieza encajó como en una obra coral.
Primero, idea y cliente.Todo empezó cuando planteé a Javi, de Vida Transhumante, la idea de que su aceite “se convirtiera” literalmente en una oveja: el animal que cuida de los olivares dentro del parque natural donde no se permite ningún químico.
Segundo, la botella-oveja. Encontrar el vidrio adecuado nos llevó tiempo; necesitábamos una forma achatada, pequeña y tumbada que, al apoyarse sobre sus “patas”, evocara al animal. No había visto una botella de aceite así y muchos compradores la usan como pieza decorativa.
Tercero, la lana que corona. El encuentro con Ana y Francis fue decisivo: crearon un tejido exclusivo hecho con lana sin hilar, solo lavada, de las propias ovejas transhumantes. Al tacto es como acariciar el vellón y convierte el tapón en la “cabeza” del animal.
En cuarto lugar, las patas y el logotipo. Un carpintero local talló las patas de madera, que al juntarse forman el logotipo de Vida Transhumante, completando la silueta.
Finalmente, en quinto lugar, diseño y minimalismo. En la gráfica redujimos todo al mínimo para que el símbolo de la oveja brillara sin distracciones.
El resultado es algo que los clientes ya no definen como “una botella de aceite”, sino simplemente “la Oveja”: una pieza que aúna artesanía, territorio y narrativa.

¿Puede mencionarnos otro trabajo de packaging?
Rabitos Royal, una línea de bombones para los que realizamos estuches que realzan la personalidad gourmet del producto.
También, la nueva botella de Los Silvestres (próximo lanzamiento), un envase vistoso y coherente con la esencia silvestre de la marca.
Para Fierro (chef en Valencia con una estrella Michelin), creamos un packaging de un detalle especial que el restaurante entrega al finalizar el menú.
En cuanto a proyectos de identidad visual, destacar Malak (chef de Jaén, también con una estrella Michelin). Se trata de una marca desarrollada antes de que obtuviese la estrella, por lo que fue una evolución muy satisfactoria.
Otro trabajo a resaltar es el de Aventura Hernán Pelea, una identidad basada en una imagen icónica de montaña y sol que captura su espíritu aventurero.
¿Cree que el sector del diseño en España goza de buena salud?
Lo describiría como un ecosistema con avances ilusionantes, pero aún frágil. Ilusionan premios como Arcapack, que confirman que las grandes marcas ya entienden el valor estratégico del diseño y se alían con estudios profesionales para renovar sus envases; basta ver casos recientes en cadenas como Lidl, Alcampo o Ahorramas.
Pero preocupan los muchos episodios en los que el trabajo de diseño acaba dañado o desestimado sin transparencia. El ejemplo más sonado de los últimos meses es el del logotipo de la Agencia Espacial Española: tras un concurso impecable —75 agencias convocadas, jurado profesional y un ganador claro (la propuesta de CruzmásCruz y Rubio & Del Amo, remunerada con 6.000 €)—, la identidad fue guardada en un cajón y sustituida, sin explicación pública, por un segundo logotipo encargado directamente por la dirección. Si a estudios tan reconocidos les ocurre esto, ¿qué no puede pasarle a los diseñadores de a pie?
Falta todavía una cultura sólida que respete y proteja la profesión. El diseño exige investigar, simplificar lo complejo y trasladar valores claros al gran público; cuando los presupuestos o los plazos no acompañan, esa calidad se resiente.
En resumen, el talento y las oportunidades existen; ahora necesitamos más educación, transparencia y respeto para todas las profesiones dedicadas a la imagen, el diseño y el arte, de modo que tanto estudios consolidados como profesionales independientes puedan trabajar con estabilidad y reconocimiento.
En su portfolio, destacan varios trabajos para firmas ecológicas. ¿De qué modo implementa criterios de sosteniblidad en sus proyectos?
Lo primero es elegir materiales coherentes con los valores de la marca: papeles reciclados, vidrios aligerados, tintas al agua, colas vegetales… Cuando el branding ya nace con la sostenibilidad como pilar, el resto fluye: el producto final acaba siendo responsable casi de forma natural, porque cada decisión —del envase a la logística— se filtra por ese criterio. En otras palabras, si la marca es sostenible desde el corazón, el diseño sostenible sale solo.
¿Cuáles son sus proyectos a corto y largo plazo?
A corto plazo (este año 2025), mi agenda gira en torno a dos grandes proyectos de marca.
Se trata de RK ACM – Gestión Inmobiliaria, de continuar posicionándola como la referencia inmobiliaria número uno de Jaén, reforzando tanto su identidad como su presencia en canales digitales y locales.
Y a Lo Viajo y Aventura Hernán Pelea, ambas impulsadas por la serrana Yolanda Vircaena, puro emprendimiento, viaje y guasa. Estoy involucrada desde los cimientos —estrategia, naming, identidad visual y marketing digital— y confío en que se conviertan en los casos de éxito del año.
A largo plazo, seguir creando marcas y productos que me entusiasmen; llegar al final de cada proyecto y poder decir “ha merecido la pena”. Mi medida de éxito es que el cliente — que casi siempre termina siendo amigo — vea cómo su sueño funciona y crece gracias al diseño y la creatividad sin que deje de ser su proyecto.
