¿Cómo se representa la unión de dos países como Chile y México en una sola etiqueta? Este fue el desafío que les planteó Casillero del Diablo (Viña Concha y Toro) a Thingular Creative Partners para su primer vino con fusión de viñas de ambos países. El objetivo era crear un packaging que rindiera homenaje a Baja California como origen mexicano, manteniendo intacto el ADN global y el sello enológico de la marca.
La inspiración no llegó del mundo del vino, sino del Gran Premio de F1 de México. Exploraron dos caminos creativos de gran riqueza artesanal: el arte Huichol y la talavera poblana. “Elegimos la talavera por su capacidad de contar una historia de tradición y sofisticación a través de sus patrones. Era el símbolo perfecto: un lenguaje visual 100% mexicano, reconocible al instante, pero con la elegancia necesaria para vestir un vino de un segmento de precio superior al Reserva”, explican desde Thingular.
Para dar vida a la talavera, crearon las ilustraciones iniciales explorando diversas variaciones. Cada pieza del mosaico fue ajustada por el equipo de Thingular para integrarse orgánicamente en la estructura de la etiqueta, respetando la sobriedad y los códigos gráficos de Casillero del Diablo.
Además, modificaron el tamaño de la etiqueta para que fuera distinta a la del Reserva tradicional.
El resultado es una etiqueta que cuenta una historia de respeto y admiración entre dos países que comparten la pasión por el vino. Imprenta: CCL Label (Chile). Etiqueta: COTONE BIANCO ULTRA WS Fedrigoni (Global).














